lunes, 12 de abril de 2010

Conciencia tradicionalista formadora curricular estatal... qué duro que soy.

Ya he dado el tema de la simetría y creo que los alumnos y alumnas lo han comprendido. Observo que diferencian las simetrías axiales de las radiales y que incluso saben definirlas teóricamente sin problemas. Tendría que sentirme satisfecho, pero no es el caso.


Ya asumo como algo normal los cambios y las dudas que sufro en mi enfoque pedagógico de la asignatura. Quiero decir con esto que, son muchas las ocasiones que me planteo hacia dónde se encaminan mis clases y los contenidos que desarrollo en ellas.
En cuanto me vuelco en un enfoque más comprometido con una educación y formación social desde la plástica, surgen toda una serie de dudas "curriculares". Empiezan los sudores fríos y la mala conciencia "purista" de formador estatal. Me asedian las dudas en los criterios de evaluación y me tiembla el pulso en la toma de decisiones.
Aunque por un lado estoy totalmente seguro que las competencias están desarrollándose en su totalidad, de una manera práctica y efectiva, por otro lado me pesa la demostrabilidad de este tipo de procesos a la hora de rendir cuentas ante un currículo de contenidos sumidos por el alumno-a.



En uno de estos vaivenes, he probado (en el tema de la simetría en 1º de ESO) a relajar mi conciencia "purista" y he tratado el tema de manera "clásica" (no en cuanto a medios, pero sí en su formato). Y bueno, los objetivos predefinidos, claros, evaluables... y bueno, los he conseguido pero, ¿para qué?.


Analizando las clases.
Este tipo de clases me han resultado mucho más fáciles de dar, puesto que los contenidos son puramente cognitivos, que domino a la perfección y en su totalidad (por lo menos para este nivel de 1º ESO). Los alumnos y alumnas puede que hayan estado más calmados puesto que las clases se han desarrollado de manera más convencional (teoría - desarrollo práctico de la teoría). Y mis tardes han sido más tranquilas, puesto que la documentación que requería y la "calentaera de cabeza" han sido mucho menores o nulas.


A día de hoy, tengo las notas de todos los alumnos, claramente demostrables ante cualquier organismo que requiera de su verificación e incluso hasta para la NASA... pero... ¿para qué?.
Esta tranquilidad, personal y profesional me ha provocado un vacío como persona. No he sentido que le ayudase a nada. Bueno sí, a saber que es la simetría axial y la simetría radial. Pero poco más.


Sé y no escarmiento que la pretenciosidad en la educación no es un buen camino, y que mi asignatura es considerada una "maría", que tiene pocas horas, y que no debo responsabilizarme por que todos no logren los objetivos, que demasiado con que estén en clase y hagan algo, etc. Pero como antes menciono no escarmiento. No puedo evitarlo y desde ahora sé que volveré a adentrarme en terrenos pantanosos, de los cuales en ocasiones no sabré como salir, por muy bien programado que lo tenga de antes. Sé que me adentraré en objetivos que no sean tan evaluables y sí más vivenciales, y sé después me "comeré la cabeza" pensando en que tendría que haber repartido el libro y mandar subrayar porque lo que estoy haciendo es complicarle la vida a los alumnos y alumnas, además de a mi, en temas que no puedo evaluar sus aprendizajes.


Total que empiezo un nuevo enfoque del tema de la simetría, relacionado con el rostro humano, los canones y las concepciones relativas de belleza. ¡Quién me mandará complicarme la vida!.

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